Está escena participa en el reto de Merche Soriano Microteatro, para más información Aquí
Título de la escena: "Bajo la carpa"
Personajes:
Leonardo, un veterano domador de leones.
Mía, una joven trapecista.
Escenario:
El interior de una carpa de circo, con asientos vacíos. Dos jaulas de leones y un trapecio colgando del techo.
Se levanta el telón. Leonardo está sentado en un taburete revisando el látigo y su sombrero de copa. Mía está practicando en el trapecio.
MÍA: (Se balancea en el trapecio y después salta al suelo) Leonardo, ¿no crees que la audiencia ha sido muy intensa? Los aplausos aún resuenan en mis oídos.
LEONARDO: Cierto, Mía, fue una buena noche. Pero cada día, es un nuevo desafío.
MÍA: ¡Exactamente! Hoy, por ejemplo, he logrado el doble salto.
LEONARDO: ¿Te vanaglorias? Cuidado, no se te suba a la cabeza.
MÍA: (Pensativa) ¿Y a ti, Leonardo? Después de todos estos años, ¿qué es lo que aún te motiva a seguir aquí, en la arena?
LEONARDO: Es el rugido, Mía. El rugido de los leones, del público, del corazón cuando sale bien el acto. Es adictivo, es vida.
MÍA: ¿Crees que podré algún día sentir ese mismo rugido que tú describes?
LEONARDO: Lo haces, solo que aún no te das cuenta. Cada vez que te balanceas en el trapecio, estás creando ese rugido en cada espectador que sostiene su aliento al verte volar.
MÍA: Yo no lo veo así. ¡Hagamos que nuestro próximo acto sea el más intenso de todos!
LEONARDO: Con que salga también como ayer es suficiente Mía.
Empieza la función y Mía en el trapecio se balancea mientras el público grita de júbilo. Leonardo la observa entre cortinas un momento, y se marcha a preparar su espectáculo con los leones. De pronto el grito de fondo de la multitud invade la carpa. Leonardo corre a ver lo sucedido. Mía yace en el suelo.
[El telón, en completo silencio, baja lentamente.]